Un domingo más para los libros de historia. Traslado a San Sebastián
Amaneció la histórica jornada bajo un precioso cielo azul -no podía ser de otra manera- totalmente despejado. El sol, radiante, iluminaba la ciudad intentando ganarle un pasito al gélido frio que tampoco quería faltar. Los hermanos y devotos poco a poco fueron llegando a San Benito, por última vez, de momento -quien sabe...-. Han sido muchos años, muchas vivencias. No podíamos despedirnos de la iglesia de San Benito y comenzar el traslado sin antes dedicar unas palabras de agradecimiento a D. Pedro y tener un recuerdo para todos los grupos con los que hemos convivido en ella.
Tras las palabras pronunciadas por nuestro Hermano Mayor y una sencilla oración deseando que sea fructífera la etapa que comenzamos, se abrieron las puertas de la iglesia para ver salir por primera vez juntos al Señor y a su Santísima Madre a las calles de Salamanca.
Comenzó así un camino sencillo de ascenso por la calle Compañía en busca de la iglesia de San Sebastián. Al llegar a la Rúa, ambas imágenes se detuvieron frente al Convento de las Siervas de María, las cuales esperaban el paso de nuestros titulares, para realizar una oración. Continuó el camino por la Rúa y Plaza de Anaya, alcanzando nuestra nueva Sede Canónica en pocos minutos.
Una vez terminado el traslado, compartimos la celebración de la Eucaristía dominical junto al resto de la comunidad, los cuales nos han acogido con un gran cariño en la parroquia, llenando por completo la iglesia y poniendo el broche de oro a este histórico domingo para la Hermandad.
Fotografías: Bárbara de Arriba, Javier García y Hermandad