10 años de Hermandad (Acción de gracias)
Señor, hace diez años pusimos en tus manos todas nuestras ilusiones para dar forma a un proyecto que gracias a ti y al esfuerzo de muchos, se ha ido haciendo realidad. Tu Hijo, Nuestro Padre Jesús Despojado de sus vestiduras, dijo a los suyos: “Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.” Gracias por enviarnos tu Espíritu, que ha sido nuestra ayuda, guía y Consuelo desde nuestros inicios.
Inicios que, como bien sabes, no fueron fáciles. Tal vez esa desmesurada ilusión nos cegó en muchas ocasiones impidiéndonos cumplir con nuestra misión como a ti te hubiera gustado. Nos reconocemos pecadores y llenos de defectos (egoísmos, exceso de protagonismo, envidias e incluso odios). Muchos de ellos nos hicieron caer y cometer errores con los que no contábamos. Yo más que ninguno y te pido perdón por ello. A pesar de nuestros desaciertos, de nuestras desesperaciones y problemas, siempre sentimos tu aliento, tu amor, tu mano tendida para ayudarnos a levantar y seguir el camino que nos ha llevado hasta hoy. Nos diste paciencia, sabiduría y Esperanza para hacer crecer nuestro proyecto. Un proyecto basado en la fraternidad, la evangelización, la Caridad… y que va consolidándose y avanzando cada día tal conforme a lo que establecen nuestros Estatutos.
Gracias Señor por todas esas personas que formaron parte de nuestro sueño, haciendo más fuertes y firmes los pilares en los que se sustenta nuestra hermandad. Sin su aportación y entrega, y sin la intercesión de María, Madre de la Caridad y del Consuelo, no hubiéramos podido alcanzar nunca nuestro propósito de fundación de nuestra corporación.
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La presencia Nuestro Padre Jesús Despojado de sus vestiduras nos hace recordar cada día que tu Hijo se despojó de todo rango, asociándose al dolor de los hombres, solidarizándose con los que sufren física y moralmente, para redimirnos de toda situación de muerte y llevarnos a una nueva vida. Su mandamiento del Amor nos empuja y compromete con los más necesitados, con los pobres, los enfermos, los despojados. Su mirada, llena de ternura y amor, va más allá de nuestros pecados y prejuicios. Como dice el Papa Francisco, Jesús ve el bien futuro, nos ve con los ojos de Dios, con tus ojos Señor, y eso nos hace fuertes en la fe y en la entrega total y generosa hasta el fin, como testimonio de fidelidad y de amor fraterno.
Nuestra devoción a su Madre, María Santísima de la Caridad y del Consuelo, nos lleva a imitar suactitud con humildad, sin creernos más que nadie, sencillamente una hermandad que camina con decisión, con actitud cristiana, como Ella nos pide. María es nuestro mejor modelo, por lo que hoy también queremos manifestarle nuestro cariño y gratitud.
En nombre de todos los que integramos nuestra hermandad, gracias Señor por aumentar nuestra fe cuando nos entran las dudas; por abrazarnos cuando nos sentimos solos; por darnos paz cuando nos asalta la intranquilidad y la impaciencia; por consolarnos cuando estamos tristes y decaídos; por guiarnos de nuevo cuando nos apartamos del camino correcto. Gracias Señor por escucharnos, por tu presencia, por tu inmenso y misericordioso amor. Amén.
Acción de gracias realizada por :
Ángel Hernández Torres - Ex Hermano Mayor
Álvaro Gómez Gómez - Hermano Mayor
Fotografía: María García Serrano